Primera de la Feria del Pilar de Zaragoza. Media entrada en
los tendidos. Novillos de Los Maños desiguales de comportamiento y hechuras.
Los tres novilleros se presentaban en el coso zaragozano.
Pablo Aguado – ovación con saludos y ovación con saludos
Jorge Isiegas – ovación con saludos y oreja
Adrien Salenc – silencio y silencio.
Azuquita fue volteado en el cuarto de la tarde y pasó a
enfermería.
La divisa de Los Maños terminaba su temporada en su casa: Zaragoza. Aquí queremos a esa casa
ganadera, pero hoy no ha sido su día. Faltos de casta y de emoción, a excepción
de ciertos pasajes. Tampoco la terna, en líneas generales, ha ayudado. No ha
sido una buena corrida, para qué mentir. Y cierto chauvinismo exacerbado no
creo que ayude.
Pablo Aguado torea realmente bien con el capote, ya que
embarca con la mano de fuera, que es la que torea. Más allá de eso, ha estado
ventajista con la muleta. Pinturero, porque en ciertos muletazos y en los remates
tiene un gusto especial, pero le cuesta el toreo fundamental. Su lote ha tenido
un primero que era un bombón, con una embestida suave que había que acompañar.
Aguado, periférico, no ha transmitido nada al tendido. Ese animal, con un poco
más de casta, hubiese sido un buen toro. El cuarto, además de no ser picado en su
paso por la segunda vara, estaba completamente descastado. Sin historia.
El torero local afincado en Madrid, Jorge Isiegas, tiene una
mano izquierda en la que se atisba cierto poder. Su primer toro era un
cabroncete por el pitón izquierdo, donde había que tragarle. Y le tragó. Un
bajonazo infame le privó de una vuelta al ruedo. Ha sido su buen trato al
quinto el que lo ha hecho romper a embestir de una manera demasiado dulzona. Han
destacado en ese toro, donde cortó la única oreja del festejo, unos naturales
de frente con el compás abierto para
finalizar la faena. Se tiró recto a matar quedando la espada un tanto
contraria.
A Adrien Salenc podríamos definirle rápido. Es un novillero
nuevo, demasiado, con carencias entendibles por el escaso bagaje. De acuerdo.
Lo admitimos. Ahora bien, no es óbice
para que el torero estuviese toreando desde su Nimes natal. No se puede estar
más despegado. Tan despegado estaba que se podrían recalificar los terrenos
entre novillero y novillo. Fatal. Y para colmo se puso realmente pesado. Tanto
rato estuvo delante de la cara del sexto novillo que pasó un quinario para
matarlo. Por cierto: HAY QUE PICAR LOS TOROS. No se puede consentir que
Zaragoza cambie de tercio a un animal con UN SOLO puyazo. Lo de la cuadra de
caballos es caso aparte. No puede ser peor.
El tercero de la tarde, escaso de todo, se terminó de
inutilizar para la lidia nada más empezar la faena al clavar los pitones en la
arena y doblarse el cuello de mala manera.
Crónica disponible en: http://www.porelpitonderecho.com/inicio/oreja-para-isiegas-en-su-debut-en-zaragoza-3394
Crónica disponible en: http://www.porelpitonderecho.com/inicio/oreja-para-isiegas-en-su-debut-en-zaragoza-3394
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