lunes, 17 de octubre de 2016

Mercaderes fuera del templo

Les juro que no sé por dónde empezar. Lo de hoy ha sido un asco absoluto. 10 minutos antes de comenzar el festejo saltaron los tres tontos de siempre. Ya no se molestan en saltar ni con la corrida empezada. No digamos ya con un toro vivo en el ruedo. Los novilletes que han traído, con aspecto de erales adelantados, han tenido una presentación de novillada sin picadores de cualquier pueblo perdido de la mano de Dios. Los pitones, no quiero contarles. Los pesos que han dado habrán sido porque los han pesado a todos juntos dentro del camión. Los toreros, para quedarse en sus respectivos pueblos. La presidenta, para que no vuelva nunca jamás por la plaza. Los mulilleros para que sean despedidos inmediatamente. Bochornoso, de verdad.

Abrió plaza un moribundo novillete con el que Leo Valadez estuvo toreando desde Arnedo, donde increíblemente ganó el Zapato de Oro. Cómo tiene que estar el escalafón novilleril. Un sartenazo en los bajos, cosa que repitió en el segundo. A ese cuarto le cortó una oreja por darle una sarta de trapazos que aburrieron al personal habido y por haber. Pues nada. Toda para él. Que no vuelva.

Por decirlo de alguna manera, Andy Younes trajo dos autobuses de paisanos del tamaño de la cara que tiene. Es imposible ser torero sin querer ser, siquiera, novillero. En su primero dio una vuelta al ruedo protestadísima tras una petición de 50 personajes traídos en autobús desde más allá de los Pirineos. Pero quedaba el punto fuerte de la tarde. El quinto se movió e intentaba meter la cara con cierta clase. Ahora, la casta era un pozo vacio. Total, que el francés le recetó no menos de 50 banderazos. Por aquí y por allá, por delante y por detrás. Eso que llaman Tauromaquia 2.0. De un golletazo infame, asqueroso, despachó al torete. No contento con ello, lo celebró como si fuera Iniesta en Johannesburgo. Y ahora viene cuando la matan. Salieron las mulillas a la arena y se quedaron más de medio minuto paradas totalmente a una distancia considerable del animal ya muerto. ¿Adivinan para qué y por qué? Vayamos a otro punto. En la presidencia debutada Doña Carolina Chaves Marcuello. Señora, es usted culpable del circo de hoy. Dos orejas para el francés. ¿A quién defiende la autoridad? Señora, váyase. No vuelva. Andy Younes, tampoco vuelvas. Jamás.

Y nos queda el tercero. Rafa Serna es el sevillanismo 2.0. Poco mando y mucho componer. Mucho de nada. Torear ya lo dejamos para otro día. Sus dos oponentes sólo valieron para el carnicero. Que tampoco vuelva.
Esto, señores, no sólo quita la afición. Esto, señores, es una estafa. Esto, señores, es para no volver. Esto, señores, es para pasarse al bando contrario. ¡Fuera mercaderes del templo! ¡Que no vuelvan!

Crónica dispoble en: http://www.porelpitonderecho.com/inicio/mercaderes-fuera-del-templo-3408

No hay comentarios:

Publicar un comentario