miércoles, 27 de julio de 2016

Los estatutos de La Bohème de Puccini

Aprovechando el verano y una de esas noches en las que los ojos lo único que ven es techo, tropecé con un programa en la Cadena SER sobre ópera. Play Ópera, para más señas.

Sonaba La Bohème, de Puccini. Total, que al día siguiente me puse a mirar un poco más sobre el autor. Et voilá, sorpresa sorpresa.


Resulta que cuando Puccini vivía en París, en ese París de la bohemia de finales del siglo XIX, creó un club donde, básicamente, se jugaba, se comía y se bebía (es decir, se vivía) con un estatutos la mar de peculiares. Allí, el autor era el presidente y dejó plasmados estos principios fundadores del club:

  1. Los socios del club "La bohéme", fieles intérpretes del espíritu de la fundación del club, juran beber bien y comer mejor.
  2. Los cascarrabias, débiles de estómago, pobres de espíritu, rezongones y demás desgraciados de este género, no están admitidos y los miembros del club procederán a echarlos furiosamente.
  3. El presidente cumplirá las funciones de árbitro y se encargará de obstaculizar la labor del tesorero destinada al cobro de las cuotas.
  4. El tesorero está facultado para huir llevándose la caja.
  5. El local estará iluminado con lámparas de petróleo. En caso de falta de combustible, se utilizarán los mocos de los socios. 
  6. Está completamente prohibido todo juego legal.
  7. Está prohibido el silencio.
  8. No se aceptará la prudencia ni siquiera en casos excepcionales.

Como para no apuntarse.

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